La facción de Tierra venera a la diosa de la naturaleza, una entidad primigenia que observa con tristeza el daño infligido al planeta. Su Elegida fue una joven marcada por el maltrato humano, encontrando refugio y amor solo en la flora y la fauna de su natal África. La facción de Tierra busca expandir la primacía de la vida salvaje, desatando una nueva era.
Una de las primeras formas de vida que surgieron a partir de la apoteosis de la Elegida de la Tierra. Aunque de pequeño tamaño, se lanza al ataque con una ferocidad que la hacen crecer con cada presa derribada. Las Crías Hambrientas ahora invaden las ciudades.
El mundo ha comenzado a transformarse, trayendo consigo una nueva era de la vida. Las formas de vida preexistentes han comenzado a evolucionar, reclamando las ciudades, ahora abandonadas, para convertirlas en selvas.
Los Spinosaurios marchan sobre las ciudades con un hambre insaciable. Sus garras, tan afiladas como sables, diezman a los humanos rezagados que aún se aferran a las ruinas, convirtiendo las calles en ríos de sangre.
Los Microceraptor son criaturas pequeñas y ágiles que viajan en grandes manadas, moviéndose sigilosamente a través de los escombros de las ciudades recuperadas por la facción de la Tierra.
Las Madres Vigilantes son la personificación de la protección maternal en el nuevo mundo jurásico. Custodian celosamente sus nidos, los cuales han depositado estratégicamente en los restos de las antiguas ciudades.
Ahora solo existe la ley principal de la naturaleza: la supervivencia del más fuerte.
Los Velocompi Robaoros son las criaturas más picarescas de la facción de la Tierra. No se guían por el hambre de la carne, sino por un insaciable apetito por el brillo del metal. Estas veloces criaturas disfrutan robando las riquezas de los humanos.
En un mundo que le dio la espalda, encontró consuelo y satisfacción únicamente en proteger la flora y fauna de su natal África. Entre los árboles y las criaturas, descubrió una conexión que los humanos nunca le ofrecieron.
Este imponente anquilosaurio se mueve con pesadez, como un tanque viviente cubierto de gruesas placas óseas que lo hacen prácticamente invulnerable. No es un cazador voraz, sino un guardián silencioso que utiliza su inmensa masa para repeler a los depredadores y aturdir a sus enemigos.
Xiara, la guardacostas, es un imponente Terizinosaurio de cinco metros de altura, con un aspecto de gigantesca ave. Este depredador, caracterizado por sus largas garras, patrulla las costas del nuevo mundo creado por Tierra y su Elegida. Con sus garras defiende las playas de las bestias marinas de Neptuno.
Los velocirraptores nunca atacan de frente, sino que se mueven con una agilidad impresionante para atacar por los costados, desorientando a sus presas antes de dar el golpe final.
Los Escalodones Solares, a través de sus sólidas espinas dorsales, canalizan la energía del sol para crecer en tamaño y poder. Pero no son egoístas. Su poder se extiende a todas las criaturas de la Tierra, pues su capacidad de "fotosíntesis mutante" acelera el crecimiento de los dinosaurios que los rodean.
Griska, El Cercenador, es un imponente tiranosaurio que se lanza al ataque con un correr temerario, sin miedo a nada ni a nadie. Su apariencia, con un cuerpo robusto de color naranja surcado por franjas azules y sus cuernos amenazantes, lo convierten en una fuerza imparable de la nueva naturaleza.
Khar, es un temible carnotauro que se ha convertido en un auténtico exterminador de las bestias de Neptuno. Ha surcado las costas devorando todas las criaturas marinas, y de tanto enfrentarse a ellas, se ha vuelto inmune a su veneno. Su cuerpo es inmune a la debilidad y la enfermedad, lo que le permite cazar incansablemente y devorar todo a su paso.
El Necrorex no es un dinosaurio, sino una necrótica máquina de matar; una pesadilla resucitada de la carne y los huesos de los caídos en combate. Este tiranosaurio Rex, una figura esquelética con un poder oscuro, avanza sobre el campo de batalla y convierte a quienes aniquila en corrompidas versiones de su anterior existencia.
El Pyronodon es un depredador de naturaleza volcánica. Con su rugido, el aire se incendia y de su garganta brota una ráfaga de fuego que incinera a sus presas.
La llegada de la Elegida de la Tierra ha desatado una ola de destrucción. Los dinosaurios se han lanzado sobre las ciudades, reclamando lo que la naturaleza siempre consideró suyo. La Tiranía de Gigantes ha reemplazado las estructuras de poder humanas, y la ley del más fuerte es ahora la única que rige en este mundo.
El Titán Rompecielos es un coloso de la nueva fauna, una bestia que invade las calles de las ciudades y hace que las viejas construcciones parezcan juguetes para niños. Este dinosaurio es lo suficientemente grande como para derribar con su cola edificios de más de diez pisos de altura, convirtiendo los centros urbanos en un caos de escombros.
En un mundo que una vez fue de hombres, ahora reina el poder de la naturaleza, y Yagor es su general supremo, un coloso viviente de 43 metros de altura. Sus garras y gigantescas fauces se alzan por encima de las ruinas de la civilización. Este titán prehistórico no solo comanda a las hordas de dinosaurios, sino que es el terror que dirige la invasión hacia las urbes.
Zilagodon es el avatar físico de la Tierra, diosa de toda la vida y la naturaleza. Es un titán en el conflicto de los dioses, una fuerza primigenia que ha despertado para reclamar su reino y exterminar a aquellos que lo profanaron.
Los huevos de Tierra... ahí comienza todo el embrollo. Un cascarón terroso, a veces con vetas de minerales y piedras preciosas, como si la propia tierra estuviera incubando un secreto. De ahí surgen los dinosaurios, la nueva fauna que invade la Tierra.
A su paso, los suelos hierven y los huevos jurásicos reciben fuerza anticipada. Los sembradores del nuevo mañana; heraldos de un renacer oscuro, aceleran el nacimiento de los dinosaurios que ahora invaden el mundo de los hombres.
Las Vigila-Crías son seres maternales que, luego de la invasión oscura de la Marea Negra, se dedicaron a tejer raíces y sombras para proteger los huevos mutantes más prometedores.
Dinosaurio volador que se dedica a surcar los cielos del escenario desolador que dejó la Invasión Oscura. Con alas impregnadas de energía viscosa, puede alcanzar cualquier terreno, llevando el eco del nuevo dominio de Tierra más allá de toda frontera.
marea negra
Los pachis, antaño pacíficos guardianes de los llanos, ahora son genuinos arietes vivientes. La Marea Negra los transformó en bestias que embisten sin razón ni piedad, dejando grietas en la tierra y en cualquier rival desafortunado que se cruce en su camino. impacto.
La mera presencia del Acarreador Enorme despierta la furia ancestral de Tierra en los recién nacidos. Incluso las crías que rompen su cascarón frente a él emergen con un brillo carmesí en los ojos: la promesa de una generación nacida para devorar y convertirse en genuinos gigantes tiranos de este mundo.
Uno de los engendros más temidos tras la llegada de la Marea Negra. Copia las técnicas de sus rivales, aprendiendo en segundos lo que otros perfeccionan en vidas enteras. Su inteligencia no se extinguió, sino que evolucionó hacia lo abominable, una demostración de la capacidad de la naturaleza para adaptarse con el objetivo de derrotar a sus enemigos.
Los tentáculos que lo invadieron no fueron su fin, sino una nueva fuente de poder. Adaptado al veneno de la Marea Negra, aprendió a canalizar aún más la luz solar, convirtiéndose en un faro viviente que nutre el crecimiento de su especie.
Gigante entre gigantes, su silueta domina los horizontes del nuevo mundo. Los humanos lo nombran con respeto y temor, pues dicen que incluso bajo el manto oscuro de la Marea Negra, sigue erguido como un campeón del mundo antiguo.
Gigantesco coloso de épocas antiguas, cuyo dormir fue interrumpido por la llegada de la marea negra. Luego de milenios, ahora está despierto, colonizado por la infección de Plutón, convirtiéndose en una monstruosa amenaza que se llevará todo a su paso sin dudarlo, incluso a los dinosaurios de Tierra.
Los dinosaurios han aprendido a manipular la vida misma: duplican sus huevos con precisión letal, acelerando la llegada de nuevos guerreros a la causa. Bajo la sombra de la marea negra, cada clon se convierte en un soldado oscuro listo para el combate.
El Velocompi, uno de los mayores bribones de la naturaleza, se une al combate luego de los eventos de la Marea Negra. Ya habiendo superado su codicia inicial, o su mera fascinación por el oro, emplea incluso sus apreciadas pepitas de oro para atacar a sus rivales
Los huevos jurásicos ya no son simples promesas de vida, sino bombas de tiempo que estallan en poder mortal. Con la aceleración de su nacimiento, cualquier criatura puede emerger de inmediato, una amenaza letal surgida de la maldad de la marea negra.
La Tierra, antigua y sabia, recuperará su equilibrio, y los gigantes caminarán de nuevo como tiranos, reclamando su lugar como reyes del mundo