Oda a Dios: “Y allí, en el interior de aquel último templo que había quedado en pie luego de la
invasión del Vakuun, los fieles seguidores de Júpiter, los Biksu, se reunieron en torno a su elegido,
quien había demostrado ser un verdadero instrumento divino. En ese momento de profunda
conexión espiritual, elevaron sus voces en alabanza, agradeciendo a Dios por su protección y su
guía. Sus corazones, unidos en fe, resonaron con la armonía celestial.”